Mitos y realidades sobre las calderas de condensación

Son muchas las ventajas que ofrece utilizar calderas de condensación en nuestras viviendas. 

No obstante, existen algunas dudas y falsas creencias que circulan alrededor de estos equipos.

Desde Ballozano te contamos todo lo que tienes que saber de las calderas de condensación para confiar plenamente en ellas. 

LA TECNOLOGÍA DE CONDENSACION DE LAS CALDERAS

Las calderas con tecnología de condensación se han convertido en una pieza clave para la consecución de los objetivos climáticos de la Unión Europea debido a la reducción del consumo energético y de las emisiones de CO2.

No dejar escapar el calor significa mayor ahorro y es más sostenible. 

En las calderas tradicionales, la energía generada durante la fase de condensación se acaba perdiendo, algo que no ocurre con las calderas de condensación. 

La tecnología de condensación permite reducir el consumo de energía en torno a un 25 % y adapta su potencia a la demanda de la vivienda. 

Es decir, su funcionamiento es modulante. Si la vivienda demanda una energía del 40%, la caldera funcionará al 40%. 

Las antiguas calderas, si necesitábamos un 40% daban el 100% de la energía, algo que generaba un consumo innecesario. 

Gracias a las calderas de condensación sólo empleamos la energía que realmente requiere nuestro hogar. 

7 MITOS SOBRE LAS CALDERAS DE CONDENSACIÓN

Los mitos más comunes acerca de las calderas de condensación son los siguientes:

• Mito 1 – La instalación es complicada.

En realidad, la instalación de estas calderas es bastante sencilla. 

La normativa permite la extracción de humos a la fachada o patio de ventilación interior, lo que facilita su ubicación en lugares convenientes. 

Además, estas calderas se pueden adaptar a instalaciones de calderas antiguas, lo que las hace aún más versátiles.

• Mito 2 – El mantenimiento y la reparación son difíciles. 

La verdad es que el mantenimiento y la reparación de las calderas de condensación a gas son más sencillos en comparación con las calderas convencionales. 

La única diferencia significativa es el intercambiador primario, que se encuentra fácilmente accesible en el frontal de la caldera. 

Además, el mantenimiento se reduce a asegurarse de que el tubo de extracción esté limpio durante su funcionamiento, lo que simplifica las labores de mantenimiento y reparación.

• Mito 3 – No se ahorra mucho en la factura del gas. 

En realidad, las calderas de condensación a gas ofrecen un alto rendimiento y permiten ahorrar entre un 15% y un 30% en la factura del gas en comparación con las calderas convencionales. 

Han sido diseñadas para maximizar la eficiencia energética y reducir el consumo de combustible, lo que se traduce en ahorros significativos a largo plazo.

• Mito 4 – Las calderas de condensación tienen fallos con más frecuencia. 

A partir del año 2015, sólo se fabrican calderas de condensación debido a su alto rendimiento, bajo consumo y bajas emisiones de CO2 y NOX. 

Estas calderas han demostrado ser confiables y eficientes, lo que ha llevado a su adopción generalizada en el mercado.

• Mito 5 – Contaminan más que otros métodos de calefacción.

Este mito es completamente falso. 

Las calderas de condensación a gas reducen las emisiones contaminantes al mismo tiempo que disminuyen el consumo de gas. 

De hecho, estadísticamente, el uso de energía en el sector doméstico es responsable de más del 25% de las emisiones de CO2 a la atmósfera.

La adopción de calderas de condensación contribuye a reducir significativamente este impacto medioambiental.

• Mito 6 – Apagar la caldera es costoso.

Este es otro mito muy extendido. 

Muchas personas creen erróneamente que apagar la calefacción consume más energía que mantenerla encendida constantemente, pero esto no es cierto. 

De hecho, mantener la calefacción encendida todo el tiempo resulta un gasto innecesario. 

Es más eficiente y rentable bajar la temperatura durante la noche, por ejemplo, a 16ºC, lo que puede generar un ahorro de hasta un 13% en comparación con mantenerla encendida a 20ºC durante esas horas.

• Mito 7 – Tener calderas de condensación implica instalar radiadores grandes.

Este mito es completamente infundado. 

Las calderas de condensación a gas son perfectamente compatibles con radiadores de tamaño estándar. 

No es necesario instalar radiadores más grandes para aprovechar al máximo el rendimiento de estas calderas. 

Sin embargo, si estás buscando maximizar el ahorro energético, puedes considerar la instalación de un radiador de mayor tamaño, ya que esto permitirá que la caldera funcione a una temperatura más baja. 

Pero, en general, un radiador de tamaño estándar es más que suficiente para aprovechar todas las ventajas de una caldera de condensación.

Sin duda, la tecnología de las calderas de condensación ha mejorado ampliamente la funcionalidad, la eficiencia energética y el ahorro que nos puede brindar estos equipos. 

Si buscas una caldera de condensación que brinde a tu hogar las mejores prestaciones, en Ballozano estaremos encantados de asesorarte.