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Si estás evaluando la opción de instalar un calentador para contar con un buen suministro de agua caliente en tu hogar, hay varios aspectos que debes tener en cuenta para hacer la mejor elección. Las opciones más frecuentes que existen en el mercado suelen ser el calentador eléctrico y el de gas.
Para instalar un calentador a gas, lo primero que hay que saber es las condiciones que existen en el sitio para la instalación de gas natural. Puede haber sitios en los que sólo se cuente con la instalación eléctrica: en este último caso, habrá que decidirse exclusivamente por un modelo eléctrico.
Después de determinar el tipo de energía que utilizará el calentador, también hay que tener en cuenta aspectos como qué tipo de consumo hay en la vivienda de agua caliente, cuántas personas comparten la vivienda y otros factores similares.
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Un calentador es un aparato que sirve para la producción de agua caliente. Su principal función es la producción de agua caliente, con todos los usos que esta suele tener en un hogar.
En el caso de los calentadores eléctricos, lo hacen a través de resistencias eléctricas que calientan el agua, mientras que en el caso de los calentadores de agua a gas lo harán a través del intercambiador de calor.
Un calentador eléctrico tiene la ventaja de poder funcionar simplemente con una toma eléctrica. Esto es particularmente útil en zonas donde el suministro de gas es difícil de conseguir, o quizás donde aún no se han iniciado las obras para recibir el suministro de gas.
A través de un calentador eléctrico se podrá tener rápidamente y sin demasiadas complicaciones agua caliente para el confort del hogar. Eso sí, hay que tener en cuenta que es posible que la factura de electricidad venga más abultada, ya que el coste de la electricidad suele ser más elevado que el del gas.
Otra ventaja de los calentadores eléctricos es que no usan combustibles fósiles para producir el calor en el agua. Esto minimiza el riesgo de accidentes y de fugas de gas. Tampoco es necesario el mantenimiento, y no tienen que pasar por tantas inspecciones a la hora de instalarse, como si lo requiere una instalación de gas natural.
Pero si lo que preocupa es la eficiencia energética, la tecnología de los últimos años ha permitido que haya productos más eficientes en términos energéticos. Este tipo de productos suele garantizar el suministro de cantidades ilimitadas de agua caliente pero a un bajo consumo energético.
Incluso, los calentadores eléctricos suelen tener funciones como regular la temperatura, que los convierten en aparatos mucho más eficientes que sus predecesores.
Lo primero es que para instalar un calentador de gas es necesario contar con suministro de gas. Este puede ser butano, propano o gas natural. Algo para tomar en cuenta es que según indica Sedigas, el gas natural es “una de las fuentes de energía más versátiles”.
Además, aseguran que el gas natural se convierte en “la fuente de energía que se perfila como más compatible y flexible con las nuevas energías renovables que se están desarrollando actualmente y se convierte en la mejor alternativa energética al servir de transición a otras fuentes como el hidrógeno y la energía de fusión”.
Sumado a estas razones, hay que saber que los calentadores de gas son más eficientes que los calentadores eléctricos en cuanto al ahorro energético: esto se traduce en un ahorro frente al costo de la factura de electricidad. Los calentadores de gas pueden ser estancos, termostáticos y de condensación.
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